Desde el sindicato señalan que los datos «hablan por sí solos de la mala calidad del empleo que se crea, pésima si se toma en consideración que la mayoría de los contratos temporales son de muy corta duración».
El 26% es de una semana o menos, el 17% entre uno y tres meses y el 14% de una semana a un mes. Por otro lado, el 35% tiene una duración indeterminada y el 8% tiene una duración de más de tres meses.
De los 1.928.840 contratos firmados en este último mes, 1.776.84 son trabajos temporales, cifra que supone el 92,1% del total. Según CCOO, esta cifra de temporalidad empeora por la gran precariedad que afecta a este tipo de contratos.
La organización sindical denuncia que la situación no ha mejorado en comparación con el mes anterior del año 2016, cuando el 92,4% de los contratos eran temporales, y de estos el 25% tuvo una duración de una semana o menos, el 15% supera una semana y hasta un mes, el 17% entre uno y tres meses, el 7% tiene una duración mayor a 3 meses, el 36% una duración indeterminada.
La recuperación de la que habla el Gobierno según CCOO está «muy marcada por la tirada a la baja de las condiciones laborales de los salarios» según refleja la «precaria contratación que se produce sobre todo con el aumento de los contratos de corta duración«.
Lola Santillana, la secretaria confederal de Empleo de CCOO declara que «los trabajadores no están notando la anunciada recuperación económica ni en sus salarios, debido a la cerrazón empresarial a que la mayor actividad de las empresas se traduzca en recuperación del poder adquisitivo de los sueldos, ni tampoco en el empleo, como ponen de manifiesto los datos de contratación del mes de julio».
Y es que además este tipo de contratación precaria conlleva la desprotección debido a que muchas personas no están cubiertas por el desempleo ni por subsidios.
Desde CCOO ven necesario que en el próximo Consejo de Ministros del 25 de agosto el Gobierno modifique el Programa de Activación para el Empleo para que ninguna persona se quede sin protección.